Esta técnica del autor Edward de Bono permite al pensador hacer las cosas de una en una, espera la emoción de la lógica y la creatividad de la información.
Cada uno de los sombreros define un determinado tipo de pensamiento, Los seis sombreros para pensar nos permiten dirigir nuestro pensamiento, igual que un director de orquesta guía a los músicos. De forma similar, en cualquier reunión resulta muy útil sacar a los participantes de su modo de hacer habitual para que pesen de manera distinta sobre el tema que se vaya a tratar. El principal valor del concepto de los sexis sombreros para pensar es , sencillamente , la cuida para aplicarlo.
El método de los seis sombreros resulta esencial: porque permite al cerebro maximizar su sensibilización en distintas dirección y en diferentes momentos. Simplemente, es imposible experimentar a la vez esa sensibilización máxima en direcciones distintas.
Se trata de un sistema válido y útil, pero existe otro aspecto del pensamiento que tiene que ver con lo que puede ser y que implicar un pensamiento constructivo y creativo y un diseñar un camino hacia adelante.
A partir del pasado creamos situaciones estándar. Colocamos en qué caja de situación estándar debe ir cada situación nueva. Una vez realizada la valoración, nuestra línea de acción queda clara. Este sistema funciona bien en un mundo estable, donde se siguen aplicando las situaciones estándar del pasado. Sin embargo, en un mundo cambiante eso no es posible.
Direcciones y sombreros: la esencia del pensamiento paralelo es que en todo momento hay alguien mirando en la misma dirección ( aunque esa dirección se puede cambiar). Los sombreros como símbolos de las direcciones del pensamiento. Son seis sombreros de colores que corresponden a las seis direcciones del pensamiento: blanco, rojo , negro , amarillo verde y azul.