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  • Sandra

Cómo salir de la zona de confort


Estar seguros y crear nuestro propio entorno sin demasiada motivación hacia los cambios es lo que se podría denominar nuestra zona de confort. El inconveniente es que, aunque nosotros seamos los protagonistas de nuestras elecciones en la vida y creamos estos espacios propios, nuestro entorno no nos espera y sí, cambia y se mueve.

La parábola de “la rana cocida” es bastante demostrativa: si colocas una rana en un recipiente con agua fría permanecerá ya que se encuentra en un hábitat conocido. Si se pusiera en un recipiente de agua caliente, saltaría por no estar en su zona natura. Ahora bien, si esa misma agua fría del principio fuera poco a poco, calentándose la rana seguiría sintiéndose cómoda hasta que ya sería demasiado tarde y se cocería. La conclusión: la comodidad es una ficción porque cuando llega el cambio, si vuelves a acostumbrarte y permanecer en la nueva zona cómoda seguirá “el peligro” -de cocerte-.

Activarse y estar constantemente renovándose independientemente que tengas tus necesidades cubiertas es cortar con los limites que uno mismo decide tener. Dependerá de los valores y aspiraciones de cada uno. Cierto es, que la zona de confort proporciona seguridad y confianza porque se trata de vivir repeticiones pero, estar por un periodo demasiado largo es perder la oportunidad de desarrollarse como personas. Adquirir nuevas habilidades sirve en todos los aspectos de nuestras vidas sea en una esfera de tipo profesional como, de tipo personal.

Independientemente de lograr un éxito buscado con esfuerzo y llegar a una nueva zona de confort, el conformismo no nos debe paralizar hay que seguir creciendo. Progresar es avanzar, realizar mejoras. Si nuestro entorno está en un constante movimiento, nosotros deberíamos movernos con él. Algunos pasos para salir de la zona de confort:

- Ser optimista: el miedo es una emoción que no se pierde (de hecho forma parte de la supervivencia de la especie) pero se puede llegar a controlar. Una mentalidad positiva será esencial cuando se pretenda salir de la zona de confort conseguirá no paralizarnos con las negatividades que surjan.

- Creatividad y cambios de enfoque: incitar a la mente a pensar en nuevas ideas, en actividades desconocidas o, incluso en soluciones diferentes es estimular la imaginación. Por tanto, la utilización de la técnica de visualización positiva y creativa.

- Paciencia y realización de los cambios paso a paso sin intentar abarcar demasiado a la vez que, lo único que conseguirá es un desgaste mayor, con poca sensación de recompensa.

-Asesoramiento: no estamos solos ante los propios cambios por mucho que nos parezca una “cruzada personal”. Pedir consejo es aliviar nuestras inseguridades y nunca sabes lo que un buen “networking” puede hacer por ti.

- Cambia YA desde ahora tu día a día: nueva ruta hacia al trabajo, apúntate a un nuevo curso, conoce gente nueva, hacer pequeñas variantes sirve para confirmar el cambio de actitud y estar más preparado para los grandes retos.

-Evalúa, reflexiona sobre lo conseguido en cada actividad donde te hayas esforzado y prémiate. Te motivará a continuar con los cambios.

Forjar nuevas vías para alcanzar logros es salir de tu zona de confort e incluso, si el resultado de esos cambios no fuera lo esperado, simplemente el hecho de atreverte a asumir riesgos, ya de por sí es un éxito, con lo cual ¡nunca pierdes, al intentarlo!

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